He visto al mundo sostenido por Apolo,
las naves rodear grandes ciudades,
la última estrella apagarse.
He visto el ojo de Urano,
represiones repetidas y olvidadas,
el ayer el hoy y mañana, el aleph.
Todas las artes, todos los mares.
He visto al lobo comerse al lobo,
al hombre boqueando sin aire,
los rayos del sol
quemando la hierba.
He visto el nacimiento y la muerte de todo,
conozco el infinito, el silencio
en el espacio,
la muda gota que flota eterna.
La energía de los cuerpos,
los universos,
el comienzo... el fin.
He visto los espejos sin mi reflejo,
nuevos brotes; ilusiones, el último grito;
el detener de la Luna, el no tiempo.
He visto tus ojos y
será mi único recuerdo.
Gastón Pigliapochi
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viernes, 30 de junio de 2017
jueves, 29 de junio de 2017
Liberación
te recordaré en mi despedida...
sonriendo.
me escaparé de éste
saco de carne y huesos
nos escaparemos de éste
sin amar violento.
seré respuesta sin dudas
seré viento sin tiempo
seré el infinito universo.
te recordaré sonriendo...
en mi bienvenida.
nos escaparemos de ésta
bolsa de carne y huesos...
seremos todos en uno,
seremos el viejo el joven el niño el sueño.
seremos lo que fuimos, desde cero.
Gastón Pigliapochi
sonriendo.
me escaparé de éste
saco de carne y huesos
nos escaparemos de éste
sin amar violento.
seré respuesta sin dudas
seré viento sin tiempo
seré el infinito universo.
te recordaré sonriendo...
en mi bienvenida.
nos escaparemos de ésta
bolsa de carne y huesos...
seremos todos en uno,
seremos el viejo el joven el niño el sueño.
seremos lo que fuimos, desde cero.
Gastón Pigliapochi
domingo, 4 de junio de 2017
Cuenta regresiva
Clavás
tu norte en el pecho de alguien,
aún confiás en brújulas en mares secos.
Afuera todo sigue dando vueltas
tumultuoso es el destino marcado.
Mis dedos cosquillean ;
huelo la putrefacción de mi cuerpo.
una escena más y se termina;
pantomima de un burlesque cotidiano.
Mi lengua se duerme;
Gestos incordies con tus rígidas manos
¿Qué sabor tiene el último aliento?
No le das, siquiera, lugar físico a tu novela,
navegás tratando de evitar puerto para
atracar.
Ivan sentía gusto a podrido en su boca,
el mismo gusto que empezás a sentir.
El reloj va cerrando su hora,
O tal vez
mis ojos vayan cerrándolo.
Gastón Pigliapochi
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